Podíamos pensar que con la llegada de la teleformación o los cursos online, la primitiva formación a distancia había “tocado techo”, sin embargo la realidad es bien distinta, y es que incluso al hablar de e- learning
ya no podemos generalizar, no podemos valorar simplemente un curso por
su formato presencial u online, sino que dentro del e- learning las
posibilidades son diversas.
La formación “online” caracterizada en la actualidad por su articulación a través de una plataforma virtual de aprendizaje va evolucionando al tiempo que evoluciona el ámbito de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación.
Podemos entonces hablar de un continúo en la teleformación donde los
elementos que compondrán la propia acción formativa y que por tanto, en
gran parte, serán responsables del proceso de enseñanza aprendizaje,
pueden ser diversos, en cantidad y calidad.
El E-learning “más tradicional” basado en el
trabajo a través de una plataforma virtual en la que accedíamos a los
aspectos organizativos del curso y a los más pedagógicos como los
contenidos, los cuestionarios de autoevaluación, los materiales en
formato texto, y realizábamos la tutorización a través de emails o
teléfono, se ha ido complementando y ahora podemos encontrar cursos en
los que además que lo anteriormente descrito, encontramos materiales en
diferentes formatos como podcast y tutoriales; herramientas de
comunicación síncrona, es decir en directo, con chats o
videoconferencias o y una comunicación más indirecta a través de
foros, wikis, y como no la revolución que ha supuesto las redes
sociales; ya no sólo hay pruebas de evaluación sino que se valorara
además el aprendizaje colaborativo…. e incluso podemos encontrarnos
con programas de simulación, que se asemejan más a un videojuego que a un proceso formativo.
El avance de las nuevas tecnologías ha propiciado la
evolución de la teleformación, y esto es ya el presente , pero ..¿y el
futuro? Más bien debemos empezar hablar de mañana más que hablar de
futuro, y quizás en estas acciones formativas nos encontremos algunas
de las técnicas que señalaremos brevemente a continuación y que ya se
están presente en el ámbito de la comunicación y el ocio.
Por ejemplo “la realidad aumentada”, ésta nos permite que la
información virtual se superponga en relación con el mundo físico, cada
día son más frecuentes en el ámbito de la la publicidad: como el caso en
el que podemos ver nuestra comida virtual cuando vamos a comer a un
restauraten… pero también se está iniciando en el ámbito de la
formación, con ejemplos como el uso en el aprendizaje en el sector de la
automoción, o en formación en el ámbito sanitario.
Otro ámbito novedoso es el de la simulación inmersiva, existen
aplicaciones y dispositivos que ofrecen al usuario verdaderas
experiencias inmersivas en un ambiente virtual, a través de los mundos
virtuales o en la visualización 3D a través de las pantallas como
televisiones, pantallas de cine y ordenadores 3D. En la actualidad se
empiezan a valorar su utilidad en formación como por ejemplo para
diseños arquitectónicos, o viajes turísticos formativos.
Estos son sólo un pequeño ejemplo de lo que puede ser el mañana de la
formación, formación en la que progresivamente parece primará la
experimentación, la innovación
la adaptación al medio, en definitiva formación que promueva la
flexibilidad, la colaboración y la capacidad de autoaprendizaje,
competencias imprescindibles para la sociedad actual. Y si además
tenemos en cuenta las potencialidades de las tecnologías móviles, la
geolocalización, etc.